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Vilarmide
Situado a 13 kilómetros de A Pontenova, sede del Ayuntamiento al que
pertenece, es el núcleo más poblado de los que integran la parroquia de San
Salvador. No hay constancia, o al menos no se ha encontrado, de la época de su
fundación. Los documentos más antiguos hacen referencia a construcciones del
siglo XV
La iglesia de San Salvador data de 1787 y es una construcción de planta
rectangular, coro, campanario y zona exterior cubierta a modo de claustro. Como
la gran mayoría de las iglesias rurales de la zona, su construcción es de
mampostería y pizarra. La festividad del patrono es el día 6 de agosto y desde hace ya
varios años no se realizan actos festivos debido a la falta de población. Esta
circunstancia está sufriendo (mejor dicho celebrando) un proceso inverso gracias a la
vuelta al pueblo de algunos vecinos que habían emigrado, y con motivo de su
jubilación han regresado. Igualmente hemos asistido, con cierto asombro, a la
llegada de gentes de otros pueblos e incluso de otros países. Sean todos
bienvenidos.
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Iglesia de
San Salvador |
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Panorámica del pueblo "A Carreira",
"O Freixo" y "A Penela" |
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Panorámica del pueblo "Vilanova",
"O val" y "Cimadevila" |
A lo largo de la historia Vilarmide asiste a varios momentos trascendentales
para sus habitantes. La década de los años 60 supone el instante en que los
tiempos de cambio y apertura del régimen dictatorial de Franco, encabezados por
el entonces ministro Manuel Fraga, traen a nuestro pueblo tres cosas que
marcaría un antes y un después: la luz eléctrica, la carretera y la televisión.
La luz eléctrica llegó al Vilarmide desde el molino de Rocha (o molino de
Coladas) con 125 voltios que subían desde el río, atravesaban fincas, prados,
caminos.... y llegaban a las casas dispuestos a jubilar a los antiguos candiles
de aceite, cansados ya de ennegrecer paredes y techos. Los postes eléctricos con
sus aisladores de porcelana o cristal verde, se impusieron en el paisaje y
fueron benditos por los vecinos para siempre jamás.
La carretera supuso la llegada a nuestro pueblo de los primeros automóviles,
a los que los perros, y también las personas, tardaron un tiempo en
acostumbrarse. Los camiones eran motivo de asombro y qué decir del primer
autobús que llenó de humo blanco el centro del pueblo. El famosísimo "Rápido".
Un autobús que unía el fin del mundo (nuestro pueblo) con "A Ponte". dos
domingos al mes, coincidiendo con el mercado que se celebra todavía hoy
domingo sí, domingo no. ¡¡Toda una revolución!!. El Rápido se llenaba de
cestas con verduras, huevos, conejos, gallinas..... Cualquier cosa que se
pudiese llevar para vender en el mercado. La parte superior del autobús estaba
rodeada de una barandilla en donde se amarraban las maletas y donde viajaban
algunos mozos haciendo verdaderos actos de equilibrio para no acabar en la
cuneta. Habíamos entrado en la civilización.
Un medio tan poderoso de propaganda como es la televisión no podía
consentirse que los pueblos de España quedasen al margen de su
benéfica influencia. El ministro de Información y Turismo Manuel Fraga, promovió
la creación de una red de "teleclubs" en los cuales el estado aportaba un
aparato de televisión "Telefunken" en su mayoría, y lo instalaba en un local
público para uso y disfrute de los vecinos.
¡¡Dios mío...!! Aquello si que era
magia. Alguno no se había repuesto todavía del hecho de oír hablar y cantar a
gente metida dentro de una pequeña caja, y ahora no sólo se oían sino que
también se veían. El mismo ministro Fraga se asomaría en aquella televisión, en
traje de baño, en la playa de Palomares.
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La televisión era de todos pero no todos podían
manipularla. Se nombró una persona encargada de encender un
transformador blanco, con una tecla y piloto rojos, y de ajustar unos
botones que subían y bajaban la voz, el brillo y.... poco más. |
Esa persona no era otra que el muy querido y
entrañable José de
Varela. Todos lo conocíamos por "SÉ". Para quienes no lo conocieron, y para
recordarlo los que tuvimos esa suerte, SÉ era delgado, como casi
todos, los ojos, muy abiertos, trasmitían curiosidad y la eterna
sonrisa, una serenidad confiada. Chaqueta de pana marrón, también como
casi todos, y debajo jersey de pico que cubría camisa de cuadros y camiseta de tirantes. Se sentaba
en una esquina de la Taberna de Germán a observar cómo sus vecinos jugaban al
Tute y cruzaba las delgadas piernas y las manos sobre las rodillas como
recogiéndose sobre sí mismo. Al hablar
era moderado en el tono y en las palabras, y siempre sonreía. El monitor de la
televisión era un buen hombre.
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Aquel aparato cambiaría nuestras vidas. Nos llamaba
la atención a cualquier hora y con cualquier programa que hubiese en
pantalla.
Nunca entendimos el porqué de una pantalla con
ruedas grises de diversos tamaños y música de fondo, que aparecía unos
minutos antes de que comenzase la emisión.
Por las tardes, al terminar las faenas del campo, nos reuníamos en la escuela,
sede del teleclub, y nos maravillábamos de que fuese posible ver lo que hacían y
decían otras gentes tan lejos de nosotros. |
Pero Vilarmide es más que historia de grandes acontecimientos. La vida
transcurrió, mucho antes de la llegada de la "tele", alrededor de las fincas,
los prados, los montes..... donde los trabajos, duros casi siempre, eran
impensables sin la colaboración de los vecinos. Mágicas noches de "esfollaza"
donde las bromas, las historias y, como no, los problemas comunes, eran
compartidos por todos.

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O Freixo (Fotografía de Espexavi) |
En la parte de abajo de la iglesia hay una fuente Allí se reunían las
mujeres, lavaban la ropa y hablaban de sus cosas. Allí acudían también los mozos
a provocar a las mozas y a probar suerte con algún que otro romance.
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La fuente |
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La taberna, como no podía ser de otro modo, fue el punto de reunión
por excelencia. Después de las agotadoras jornadas en el campo se acudía a ver a
Serafina y a Germán quien, con su bata de mahón azul, servía unos vasos de vino
o de "país", vendía unas "chirucas", un litro de aceite.... Parada obligada para
los viajeros, era el lugar donde se intercambiaban noticias y se realizaban
negocios.
La escuela es también de la década de los 60. El nuevo edificio vino a
suplir otro que forma parte de la "Casa Do Freixo" o Casa de Bravo. Tanto
el antiguo como el nuevo edificio tienen una construcción y superficie
similares. Constan de planta baja, lugar destinado para el aula, y planta
superior que se dedicaba a la vivienda del maestro o maestra de turno.
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Escuela nacional |
En el antiguo edificio el acceso a la vivienda se
realiza desde el interior, mientras que en el nuevo un porche conduce
a la entrada del aula y a unas escaleras exteriores que nos llevan a la vivienda. Ni que decir tiene que la enseñanza era mixta, impartida por un solo maestro y
con los alumnos de todas las edades compartiendo tiempo y espacio. Con la
despoblación sufrida en toda el área rural y con el desarrollo de las
comunicaciones, la escuela quedó en desuso y hoy día se pretende recuperarla
para actividades de carácter social. |
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Hoy Vilarmide se prepara de nuevo para otro cambio. Las actividades
agrícolas y ganaderas van por derroteros muy diferentes y las innovaciones
técnicas y tecnológicas exigen de unas infraestructuras adecuadas para su
desarrollo. La población ha cambiado mucho en cantidad y en expectativas, y se
exige a sí misma y a las instituciones nuevas herramientas para afrontar nuevos
retos.
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