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Cajón de sastre
Un poco de todo. Un dedal, siete botones distintos, dos agujas, dos carretes
de hilo a medio usar y una cremallera.....Todas aquellas cosas que no poseen un
lugar propio dentro de la web, pero que pueden ser interesantes, entretenidas o
curiosas la iremos almacenando en este espacio.
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De Polavila y otros cuentos
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Recetas de cocina
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Queimada
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Te esperamos en la Asociación de veciños-as de Vilamirde donde debatiremos
acerca de lo que más nos interesa: nuestros pueblos. Donde compartiremos
experiencias, ideas, proyectos y donde pasaremos un buen rato. Apúntate con
nosotros. "Entre todos podemos".
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aportando tus recetas, tus experiencias y tus ideas para hacer este lugar más
completo. Más de todos.

La Polavila
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Noche cerrada, sin luna. Noche helada de mediados de febrero en la que
las ráfagas de viento se abrían paso entre los árboles sacudiendo las
ramas desnudas. Lejanos ladridos se contestaban unos a otros
atravesando la negrura de la noche y algún que otro extraño chasquido
completaba el cuadro sonoro.
Enfundados en raídos chaquetones, en la cabeza la imprescindible “pucha”,
pantalones de pana en su mayor parte, combinando remiendos de mahón y
calcetines agujereados de lana que mal recubrían unos pies encerrados
en madreñas, dos personajes batallan con la oscuridad moviendo tizones
a izquierda y derecha tratando de adivinar las zonas libres de agua y
barro en el camino hacia la casa del vecino de turno.
Atrás quedó la dura jornada en el campo. Ya cenaron y despacharon a
los animales, prepararon las cuadras, ordeñaron las vacas y se
planificó el trabajo para el día siguiente. En casa quedan las mujeres
(suegra y nuera) alimentando el fuego que caldea la cocina.
Olor a humo y el rumor de una ininteligible conversación les recibe
al tiempo que golpean la puerta.
-¿Pódese…?
-¡¡Home.. Pasai oh!! Non vos quedéis fora co frío que fai. ¡¡Pechai a
porta!!
Un corro de sombras e indefinidos volúmenes se dibujaba alrededor de
las brasas de la lareira en el centro de la estancia.
-¿Qué tal logo…?
-Deixamos
as mulleres na casa e nos vimos un pouco a polavila.
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Serpiente alada |
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Nuestras recetas
-Faragullos.
La región celtibérica se nutría de una abundante cosecha de cereales que,
evidentemente, tenía su reflejo en la cocina. Los faragullos formaban parte de
los postres al lado de las filloas y las chulas, con los que comparten
ingredientes. Su consumo fue decayendo quedando hoy día testimoniado en nuestra
comarca. El Ayuntamiento de Pontenova viene celebrando, desde algunos años
atrás, unas jornadas gastronómicas para preservar este rico tesoro culinario.
-Ingredientes para cuatro personas:
- 200 Gramos de panceta de cerdo ahumada.
- 5 Huevos.
- 150 Gramos de harina de trigo.
- 2 Cucharadas de manteca de cerdo.
- Agua y leche en cantidad necesaria.
- Miel. |
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-Preparación:
Se baten los huevos y se va añadiendo harina y agua hasta formar una pasta
espesa. A continuación se añaden un vaso o dos de leche para que la pasta
adquiera una consistencia algo cremosa.
En una sartén, preferentemente de hierro, se derrite la manteca de cerdo y se
dora la panceta cortada en trozos pequeños. Cuando los torreznos están fritos se
añade la pasta y se va revolviendo a medida que se va dorando, por espacio de
unos diez minutos, troceándola con el tenedor hasta que adquiera aspecto de
migajas.
Se sirven calientes rociándolos con miel o con azúcar, a gusto del comensal.
También se pueden servir en un tazón de leche.
“Y lo que más sabe de los faragullos es el encontrar en
el bocado, escondido, un torreznito que pone en la boca, al lado de la miel, un
punto de salado” (Álvaro Cunqueiro)
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Coxuro Da Quimada
Mouchos, coruxas, sapos e bruxas.
Demos, trasgos e diaños,
espritos das neboadas veigas.
Corvos, píntigas e meigas,
feitizos das manciñeiras.
Podres cañotas furadas,
fogar dos vermes e alimañas.
Lume das Santas Compañas,
mal de ollo, negros meigallos,
cheiro dos mortos, tronos e raios.
Oubeo do can, pregón da morte;
fuciño do sátiro e pe do coello.
Pecadora lingua da mala muller
casada cun home vello.
Averno de Satán e Belcebú,
lume dos cadáveres ardentes,
corpos mutilados dos indecentes,
peidos dos infernais cus,
muxido da mar embravescida.
Barriga inútil da muller solteira, |
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falar dos gatos que andan á xaneira,
guedella porca da cabra mal parida.
Con este fol levantarei as chamas
deste lume que asemella ao do Inferno,
e fuxirán as bruxas a cabalo das súas
escobas,
índose bañar na praia das areas gordas.
¡Oíde, oíde! os ruxidos que dan
as que non poden deixar de queimarse
no augardente quedando así purificadas.
E cando este brebaxe baixe polas nosas gorxas,
quedaremos libres dos males da nosa ialma
e de todo embruxamento.
Forzas do ar, terra, mar e lume,
a vós fago esta chamada:
si é verdade que tendes
máis poder que a humana xente,
eiquí e agora,
facede cos espritos dos amigos que están
fóra,
participen con nós desta queimada.
Mariano Marcos Abalo |
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Receta da queimada
Ingredientes: - Aguardiente
- Azúcar
- Cortezas de limón
- Granos de café
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- Preparación:
En un recipiente, generalmente de barro cocido, se vierte el aguardiente,
azúcar en proporción de 120 gramos por litro de aguardiente, ralladuras de limón
y unos granos de café. Se remueve bien.
En otro recipiente más pequeño (puede ser el cucharón con el que se revuelve)
se añade una pequeña cantidad de aguardiente sin azúcar ni limón. Se calienta el
cucharón con un mechero, y se prende con cuidado de no quemarse. A continuación
se mete el cucharón lentamente en el recipiente grande, para que el fuego se
extienda por toda la superficie. Se remueve lentamente dejando que suban las
llamas y haciendo cascadas con ellas. Se va repitiendo el proceso para que vaya
quemando el alcohol y suavizando la bebida a gusto de cada uno.
Una vez que está con la graduación adecuada, se añade en el cucharón una
cucharada sopera de azúcar, se coloca sobre las llamas hasta que se derrita
formando almíbar y se vierte sobre las llamas y se revuelve, dándole así un
color tostado.
En este momento apagamos las luces y haciendo cascadas con la bebida en
llamas se recita el Conxuro.
Apagamos las llamas que queden y se sirve caliente con las cáscaras de limón
y los granos de café.
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Curiosidades e historia
El ritual de la queimada tiene un trasfondo de homenaje a tres de los
elementos más celebrados de la mitología y la filosofía antigua: La Tierra,
El Agua y El Fuego.
La Tierra está representada por el pote de barro. La madre tierra es
el origen de todas las cosas y destino final del hombre. Todas las culturas la
elevan al rango de diosa.
El Agua se manifiesta en el aguardiente como lágrimas de la madre
tierra, germinadas en forma de granos de uva. Al tomar el brebaje nos ponemos en
comunión con la diosa madre.
El fuego es el elemento purificador por excelencia y unido en ritual
con la tierra y el agua completa el ciclo del homenaje y el sortilegio de
alejamiento de los malos espíritus.
Contrario a alguna creencia popular que atribuye el origen de la queimada a
los celtas, parece ser que no puede ser anterior al siglo XII puesto que hasta
ese momento no se había inventado el alambique, de origen árabe. Igualmente
sucede con el azúcar de caña, elemento primordial, introducido también por los
árabes en la península, lo que traslada el origen de nuestra queimada a la época
medieval.
El consumo de aguardiente se asocia también con ciertas cualidades curativas
del catarro principalmente. Sea cuál fuere la excusa, lo cierto es que se fue
popularizando y llegó a ser parte indispensable como final de una cena en buena
compañía.
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