Situado a 13 kilómetros de A Pontenova, sede del Ayuntamiento al que pertenece, es el núcleo más poblado de los que integran la parroquia de San Salvador. No hay constancia, o al menos no se ha encontrado, de la época de su fundación. Los documentos más antiguos hacen referencia a construcciones del siglo XV

La iglesia de San Salvador data de 1787 y es una construcción de planta rectangular, coro, campanario y zona exterior cubierta a modo de claustro. Como la gran mayoría de las iglesias rurales de la zona, su construcción es de mampostería y pizarra. La festividad del patrono es el día 6 de agosto y desde hace ya varios años no se realizan actos festivos debido a la falta de población. Esta circunstancia está sufriendo (mejor dicho celebrando) un proceso inverso gracias a la vuelta al pueblo de algunos vecinos que habían emigrado, y con motivo de su jubilación han regresado. Igualmente hemos asistido, con cierto asombro, a la llegada de gentes de otros pueblos e incluso de otros países. Sean todos bienvenidos.

Vilarmide

 

A lo largo de la historia Vilarmide asiste a varios momentos trascendentales para sus habitantes. En la década de los 30, tal vez ajena a la “gran depresión” financiera de entonces, nos iluminó la luz eléctrica. Rondaban los años cincuenta y la carretera no se atrevió a pasar de O Val, cerca de la iglesia, hasta casi veinte años después. El motivo de haberse detenido allí fue la negativa del párroco a la cesión de unos terrenos por los que debía transcurrir. La década de los años 60 supone el instante en que los tiempos de cambio y apertura del régimen dictatorial, nos enseñan otras realidades fuera de nuestro limitado entorno. Llega la televisión.

La luz eléctrica llegó al Vilarmide desde el molino de Rocha (o molino de Coladas) con 125 voltios que subían desde el río, atravesaban fincas, prados, caminos.... y llegaban a las casas dispuestos a jubilar a los antiguos candiles de aceite, cansados ya de ennegrecer paredes y techos. Los postes eléctricos con sus aisladores de porcelana o cristal verde, se impusieron en el paisaje y fueron benditos por los vecinos para siempre jamás.

La carretera supuso la llegada a nuestro pueblo de los primeros automóviles, a los que los perros, y también las personas, tardaron un tiempo en acostumbrarse. No obstante, los pioneros en la actividad del transporte ya estaban entre nosotros. La familia de la casa de Xanón, procedente de O Navallo, se instaló en Vilarmide, y con su camioneta aportó el imprescindible servicio para que se desarrollase la producción de carbón vegetal (carbón de uz -brezo-) principalmente, proporcionando el transporte hacia las ferrerías de la comarca, especialmente Ferreiravella en Riotorto. Los camiones eran motivo de asombro y qué decir del primer autobús que llenó de humo blanco el centro del pueblo. El famosísimo "Rápido". Un autobús que unía el fin del mundo (nuestro pueblo) con "A Ponte". dos domingos al mes, coincidiendo con el mercado que se celebra todavía hoy  domingo sí, domingo no. ¡¡Toda una revolución!!. El Rápido se llenaba de cestas con verduras, huevos, conejos, gallinas..... Cualquier cosa que se pudiese llevar para vender en el mercado. La parte superior del autobús estaba rodeada de una barandilla en donde se amarraban las maletas y donde viajaban algunos mozos haciendo verdaderos actos de equilibrio para no acabar en la cuneta. Habíamos entrado en la civilización.

Un medio tan poderoso de propaganda como es la televisión no podía consentirse que los pueblos de España quedasen al margen de su benéfica influencia. El ministro de Información y Turismo Manuel Fraga, promovió la creación de una red de "teleclubs" en los cuales el estado aportaba un aparato de televisión "Telefunken" en su mayoría, y lo instalaba en un local público para uso y disfrute de los vecinos. ¡¡Dios mío...!! Aquello si que era magia. Alguno no se había repuesto todavía del hecho de oír hablar y cantar a gente metida dentro de una pequeña caja, y ahora no sólo se oían sino que también se veían. El mismo ministro Fraga se asomaría en aquella televisión, en traje de baño, en la playa de Palomares.

Iglesia de San Salvador

Panorámica de los barrios "A Carreira", "O Freixo" y "A Penela"

Vista general desde el barrio de  "Cimadevila"    -Foto de Juan Sampayo-

La televisión era de todos pero no todos podían manipularla. Se nombró una persona encargada de encender un transformador blanco, con una tecla y piloto rojos, y de ajustar unos botones que subían y bajaban la voz, el brillo y.... poco más.

Esa persona no era otra que el muy querido y entrañable José de Varela. Todos lo conocíamos por "SÉ". Para quienes no lo conocieron, y para recordarlo los que tuvimos esa suerte, SÉ era delgado, como casi todos, los ojos, muy abiertos, trasmitían curiosidad y la eterna sonrisa, una serenidad confiada. Chaqueta de pana marrón, también como casi todos, y debajo jersey de pico que cubría camisa de cuadros y camiseta de tirantes. Se sentaba en una esquina de la Taberna de Germán a observar cómo sus vecinos jugaban al Tute y cruzaba las delgadas piernas y las manos sobre las rodillas como recogiéndose sobre sí mismo. Al hablar era moderado en el tono y en las palabras, y siempre sonreía. El monitor de la televisión era un buen hombre.

Aquel aparato cambiaría nuestras vidas. Nos llamaba la atención a cualquier hora y con cualquier programa que hubiese en pantalla.

Nunca entendimos el porqué de una pantalla con ruedas grises de diversos tamaños y música de fondo, que aparecía unos minutos antes de que comenzase la emisión.

Por las tardes, al terminar las faenas del campo, nos reuníamos en la escuela, sede del teleclub, y nos maravillábamos de que fuese posible ver lo que hacían y decían otras gentes tan lejos de nosotros.

Pero Vilarmide es más que historia de grandes acontecimientos. La vida transcurrió, mucho antes de la llegada de la "tele", alrededor de las fincas, los prados, los montes..... donde los trabajos, duros casi siempre, eran impensables sin la colaboración de los vecinos. Mágicas noches de "esfollaza" donde las bromas, las historias y, como no, los problemas comunes, eran compartidos por todos.

En la parte de abajo de la iglesia hay una fuente. Allí se reunían las mujeres, lavaban la ropa y hablaban de sus cosas. Allí acudían también los mozos a provocar a las mozas y a probar suerte con algún que otro romance.

La taberna, como no podía ser de otro modo, fue el punto de reunión por excelencia. Después de las agotadoras jornadas en el campo se acudía a ver a Serafina y a Germán quien, con su bata de mahón azul, servía unos vasos de vino o de "país", vendía unas "chirucas", un litro de aceite.... Parada obligada para los viajeros, era el lugar donde se intercambiaban noticias y se realizaban negocios.

Cabozo de  la familia de Martín

La escuela es también de la década de los 60. El nuevo edificio vino a suplir otro que forma parte de la "Casa Do Freixo" o Casa de Bravo. Tanto el antiguo como el nuevo edificio tienen una construcción y superficie similares. Constan de planta baja, lugar destinado para el aula, y planta superior que se dedicaba a la vivienda del maestro o maestra de turno.

La fuente

Escuela nacional

En el antiguo edificio el acceso a la vivienda se realiza desde el interior, mientras que en el nuevo un porche conduce a la entrada del aula y a unas escaleras exteriores que nos llevan a la vivienda. Ni que decir tiene que la enseñanza era mixta, impartida por un solo maestro y con los alumnos de todas las edades compartiendo tiempo y espacio. Con la despoblación sufrida en toda el área rural y con el desarrollo de las comunicaciones, la escuela quedó en desuso y hoy día se pretende recuperarla para actividades de carácter social.

Hoy Vilarmide se prepara de nuevo para otro cambio. Las actividades agrícolas y ganaderas van por derroteros muy diferentes y las innovaciones técnicas y tecnológicas exigen de unas infraestructuras adecuadas para su desarrollo. La población ha cambiado mucho en cantidad y en expectativas, y se exige a sí misma y a las instituciones nuevas herramientas para afrontar nuevos retos.

“Escuela de Paz”

Obra de Luisa Paz Montenegro